Mi amado Señor, una noche más quiero darte gracias por la inmensa oportunidad que me has dado de poder estar contigo en este día ayudándome a superar todos los retos que aparecen a diario.

Que tú misericordia me libere de toda duda, incertidumbre o miedo, permíteme golpear a tu puerta del perdón de manera indulgente.

Mi amado Señor, restaura mi valor y mi felicidad para que pueda pasar mis días, conociendo todas tus bendiciones que tienes
preparadas sin pedir nada a cambio, que todas las emociones negativas, que encuentres en mi vida no tengan por que prevalecer, nada en mi corazón puede durar para siempre, sino sólo Tú infinito amor.

Mi amado Señor, que tu mano que me acarició en todo momento del dia y me doy fuerzas, continúe esta noche en mi descanso, derrama tu santa bendición sobre todos, para tener la sabiduría suficiente en entender y aceptar tu santo designio... Amén.