Evangelio según San Juan 6,22-29.
Después de que Jesús alimentó a unos cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el agua. Al día siguiente, la multitud
que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos.
Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias.
Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo llegaste?".
Jesús les respondió: "Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse.
Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello".
Ellos le preguntaron: "¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?".
Jesús les respondió: "La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado".
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
San Juan María Vianney (1786-1859)
presbítero, cura de Ars
El espíritu del Santo Cura de Ars en sus catequesis, sus Sermones y sus Conversaciones (frm trad.evangelizo.org©)
“El día del Señor”
Se equivoca en sus cálculos aquel que se afana el domingo con el pensamiento de que va a ¡ganar más dinero o de que tendrá más actividades! ¿Dos o tres francos podrían compensar el error que comete contra él mismo violando la ley del Buen Dios? ustedes se imaginan que todo depende de su trabajo; pero sobreviene una enfermedad, un accidente. Hace falta tan poco: una tormenta, el granizo, un congelamiento…
Trabajen, no por la comida que perece, sino por aquella que demora en la vida eterna. ¿Qué reciben al trabajar el domingo? Ustedes dejan la tierra tal y como está cuando se marchan; ese día no se llevan nada con ustedes. Nuestro primer objetivo es ir a Dios; estamos en la tierra únicamente para eso.
Mis hermanos, habría que morir el domingo y resucitar el lunes. El domingo, es el bien del Buen Dios: ese día Le pertenece, el Día del Señor. Hizo todos los días de la semana; ¡Él los hubiera podido conservar todos, pero les dio seis, y solamente se reservó el séptimo!