En suspenso
1) Hasta cuándo: A la gente le encanta meterse en tu vida y saber todo de vos. Más les encanta en estos tiempos, en donde las redes sociales son una
puerta para conocer de vos. El tema no es que la gente busque saber de vos e investigar tu vida, sino cuánto dejas mostrar vos de tu propia vida. Aprende a ser prudente porque no todos quieren conocer de buena manera de ti y de lo que haces. Capaz que con mostrar o publicar ciertas cosas le des comidilla a tus enemigos, por eso aprende a fijarte bien a quién le muestras tu vivir y tus intenciones, porque capaz que vas contando proyectos a aquellos que son los que luego te pondrán palos en la rueda.
2) No creen: Me gusta esta conversación de Jesús, porque mantiene la verdad y no les dice lo que ellos quieren escuchar. Porque muchas veces la presión social puede hacer que vos que, en vez de mostrarte como tal, te muestres como lo que ellos quieren escuchar o simplemente manipular. Aprende a enfrentar la realidad y no ser el títere de una comunidad o de un grupo familiar.
3) Una sola cosa: Volver a la comunión y a la unidad, la comunión. Es esencial saber que quien realmente tiene a Dios no se corta solo y no se aísla. Por eso fíjate bien en ser una persona que no se aísle y trabaja mucho en estar lo más unido a Dios. Date la oportunidad de compartir y de disfrutar del tiempo. Hay veces que vale la pena perder el tiempo para ganar minutos de paz. Es esencial tu momento de silencio y de intimidad, porque la grandeza no está siempre en dar, sino en rescatarte y encontrarte para darte con los límites de saber hasta dónde te puedes dar. Algo bueno está por venir.