1) Corazón: En estos últimos tiempos parece que la vida de todos es un libre comercio, donde casi que nos convertimos en un outsider y hasta nos rebajan o nos suben de precio existencial por lo que publicamos en las redes o nuestra performance o simplemente por con quiénes estuvimos. Basta ver que casi que ya nos cosificamos entre nosotros y hasta parece que ya no importa lo que sentimos.
2) Arráncalo: Hay cosas y personas que tenemos que arrancar de nuestras vidas, no por el solo hecho de que nos hagan pecar, sino más bien porque no nos aportan a nuestra vida y hasta nos hacen perder la paz de lo que estamos llamados a tener en la vida. No dejes que las personas que te rodean corten tus sueños y tus ganas de vivir. Hay veces que es necesario cortar con ellos para poder vivir.
3) Abandona: el Papá Francisco nos recordaba que muchas de las uniones matrimoniales son de manera inconsciente y que casi la mayoría de los que recurren al sacramento del matrimonio lo hacen por una tradición o por una cuestión cultural, más que por una convicción. Creo que debemos replantearnos, como católicos, si el matrimonio lo mostramos como es. Incluso a mí me pasa que trato de evitar asumir casamientos en otros lugares que no sean mi parroquia, porque temo ser parte de un show más que de administrar o testificar un sacramento. Hoy pidamos a Dios que nos enseñe lo que es amar y valorar más el sacramento matrimonial.