1) Se dijo: La vida misma es un aprender y conocer desde lo vivido. Uno siempre debe ayudar hasta donde pueda, pero no podemos actuar con medidas. Porque medir a la gente hace que seamos desconfiados constantemente, incluso nos hace desconfiar hasta de nuestra forma de actuar. Hay personas que hasta tienen el VAR incluido, y eso que no juegan en la FIFA, pero constantemente están midiendo su acción o revisando el actuar del otro. No se puede vivir así, en el constante revisar lo que dijo o lo que hizo o lo que me imagino que podría hacer.

2) Frente: A las personas que nos golpean o nos es mejor decirles lo que nos dolió y distanciarse. A mí me pasó con un “amigo” que me terminó endeudando. Tuve que decirle: “te quiero mucho., pero mira lo que me hiciste”. “Por tanto, como persona contá con mis oraciones y consejos, pero con dinero nada, y menos con trabajos (ya que era carpintero)”. Eso sí era necesario, la distancia, pero hice un cierre luego de manifestarle mi postura. Porque si le inicio una guerra puede que termine como Napoleón, comienzo venciendo, pero terminó vencido. Vivir en guerra casi que es adictivo, por ello mejor evitarlo para no ser un adicto de vivir así.

3) Acompañar: En la vida tendremos que acompañar a mucha gente, pero con fecha de vencimiento. El acompañar eternamente a alguien solo le corresponde a Jesús, pero a nosotros no. Porque si no podés tomar una posición de pasar de acompañante a ser un Uber. Hoy pedí a Dios la fortaleza para acompañar y saber decir “hasta acá”. Algo bueno está por venir.