1) Profetas: Hay personas a quienes llamo profetas de calamidades. Solo buscan anunciar lo negativo o simplemente recordar que somos pecadores, pero nunca sale algo bueno, creativo o simplemente motivador. Es por ello que en muchas personas la vida profética se reduce a denunciar y hacer denuncias. A esos los llamo los “fiscales de Dios”, porque a todo lo que uno haga lo toman como sospecha. Es como cuando voy a ver a unos familiares míos. Cada vez que me siento a hablar con ellos me cuestionan todo lo que hago: ¿cómo, vos cura? ¿por qué te hiciste cura? ¿porque ganan mucha plata?. Como que no creen que lo que hago lo hago por convicción, es como que buscan esa quinta pata al gato para lograr decir “lo descubrimos”, por aquí iba.
2) Frutos: A las personas las conoces por lo que hacen y no por lo que dicen que hacen. Trata de convencerte de que son tus actos los que te identifican. Dime cómo actúas y te diré quién eres.
3) Corta: Más allá de que pienses en hacer cortes con personas, también tenés que ver a qué cosas de tu vida le tenés que dar un paso al costado o un corte. Capaz que a ese acelere que tenés. En mi camino a la vejez voy aprendiendo que me estoy haciendo más selectivo. Voy aprendiendo que, si me desvelo al otro día no rindo, por eso he aprendido a no tomar visitas en la semana. También he aprendido a cortar con ciertas personas con quienes solamente nos juntábamos para criticar o hablar cosas negativas de otros o de la misma institución católica. En fin, da corte a cosas o personas que no te aportan.