Sagrado Corazón
1) Deja: Quien ama es capaz de renunciar, porque una de las características de Dios es que su amor es un amor desinteresado. El amor con amor se paga.

El amor que hablamos aquí es el amor maduro, un amor de padre, pero no un amor paternalista. La diferencia es que el amor de Padre busca el bien, pero ayuda a que camine por la vida. El paternalismo, en cambio, es un amor absorbente y controlador. Amar es soltar y dar libertad porque en el trasfondo hay confianza. Jesús, en vos confío.

2) La carga: Hay veces que nos quedamos pensando las decisiones tomadas y nos cuestionamos si hubiera tomado otra decisión. Aparece el “si hubiera o si hubiese” sido. Cuántos nos cargamos con fantasmas que no nos dejan ver el presente y mucho menos el futuro. Empezamos a girar en una cerrazón y en la búsqueda de más remordimiento por un fracaso pasado o un presente diferente. La carga que puedas tener hoy es la frustración de cosas presentes, girando en un pasado doloroso. Todos tenemos recuerdos de los cuales no estamos orgullosos. Hoy Jesús quiere cargarte, incluso cuando vos te golpeas con palabras duras. Jesús nos enseña lo que es tolerar y aprendemos que Jesús nos enseña que hay batallas que hay que elegirlas. Todos tenemos remordimientos que influyen en nuestro comportamiento presente. Hoy Jesús te quiere cargar.

3) Alégrense: El Corazón de Jesús nos muestra que Él sale a buscar a todos, a todos. Es comprender que la alegría de Jesús es que todos podemos llegar al cielo. La clave es recordar que Dios siempre te da una oportunidad y es comprender que Dios te perdonó. Muchas veces nuestra motivación es compensar nuestro error, es la mezcla de remordimiento y carga. Pero la alegría plena es saber que Dios te ama y que cuando Dios perdona, perdona. La penitencia viene de la religión organizada, pero Dios cuando perdona, perdona. Hay veces que nuestra voz interna nos genera culpa. La carga de la culpa y el remordimiento es demasiado pesada. Pero hoy en el sagrado corazón te vuelve a decir “tomadlo vos y dame en cambio lo que me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad”. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. Algo bueno está por venir.