1) Iban: La vida es un caminar y en el caminar podemos caernos, olvidarnos y hasta herirnos. Es por ello que la vida implica el desafío de salir. Claro que encerrados podemos estar más seguros de no golpearnos, pero podemos quedar enfermos o traumados. Por tanto hoy volvé a darte la oportunidad de jugarte y vivir la vida, porque la vida es riesgo y el arriesgarse implica confiar, confiar en uno y en Dios.

2) Subieron: Nunca sabremos cuándo es suficiente lo que hacemos, pero María nos invita a mirar el cielo, a no caer en el legalismo de pagar culpa. Es subir y mirar la cruz porque hay un Dios que nos ama y nos deja a su Madre para amar a Dios. Pecado que es confrontado con la sangre de Cristo es borrado para siempre. El corazón de María nos invita a mirar la cruz y la resurrección. Nos recuerda que por más que nos esforcemos en mostrarnos signos de salvación nos muestra que es la gracia de Dios lo que nos lleva al cielo.

3) Templo: No podemos darnos por vencidos, tenemos que seguir adelante y volver a buscar a Dios. Todos nos podemos equivocar. Tenemos que asumir la responsabilidad de disciplinar nuestras vidas para volver a caminar, incluso luego de haber cometido errores. Todos cometemos errores, pero la clave es volver a luchar y asumir nuestras responsabilidades. El equivocarse no quita autoridad, el remordimiento enmudece por miedo al qué dirán. Nuestro propósito en Dios no es compensar nuestro pasado, sino mirar lo que hacemos con Dios. Que el corazón de María nos ayude a mirar el corazón de Jesús.