El centurión
1) Rogándole: Es importante que tengas ese espacio de encuentro con Dios. Búscalo y déjate tomar por su amor. En esta vida todos

tenemos una enfermedad y una herida, pero debemos aprender a dejarnos ayudar. Aprende a dejarte moldear por Dios. Una vez me enfermé y, claro, al vivir solo y no tener a nadie, no dije nada. El tema es que no quería ser molestia para nadie, y lo que era un simple resfrío casi pasó a neumonía. Lo que me salvó es que alguien se dio cuenta de que no estaba bien. No es que pedí ayuda, sino que alguien se dio cuenta. Aprendí que, si decimos en el momento que nos ayuden, puede que evitemos grandes dolores de cabeza. Por eso déjate ayudar y aprende a pedir ayuda.
2) Fe: La fe es lo que nos ayuda a seguir adelante y nos anima a luchar. Es la fe lo que nos permite levantarnos cuando estamos caídos y es la misma fe la que nos ayuda a poder madurar las heridas del pasado. Todo podrás razonarlo y hasta psicologizarlo, pero la fe es esencial para seguir adelante y construir tu vivir, incluso cuando las caídas y las crisis te hayan tirado.
3) Reino: En este día de Adviento volver a recordar para dónde vamos es esencial. Porque, nos recuerda el Adviento, que hacia el cielo vamos y que nuestros actos nos deben ayudar a llegar, porque cada obra que hagamos quedará impregnada en las personas que nos rodean. Algo bueno está por venir.

Misioneros Digitales Católicos