Si hasta ayer eras una persona normal, y hoy accidentalmente por una ecografía o tomografía realizada por otro motivo te diagnostican un tumor en un riñón, no desesperes, tiene solucion.

Pequeños tumores hallados accidentalmente, pueden tratarse de manera mini-invasiva, evitando grandes problemas.

Hoy el 70 % de los pacientes a los que se les diagnostica un tumor renal lo es de forma accidental por otros motivos. La mayoría son enfermedades de baja agresividad y con tratamientos curativos. A pesar de esto, enterarse de que uno puede tener un posible “cáncer” puede ser como un choque, experimentando una variedad de sentimientos y emociones.

El diagnóstico de forma casual (incidental, accidental) de un tumor, “mancha”, o lesión renal es cada vez más frecuente, debido al uso extendido de métodos por imagen como la ecografía y la tomografía; 8 de cada 10 son menores a 4 centímetro, y la mayoría son MALIGNOS.
Aparecen 8 a 10 casos/100.000 habitantes aproximadamente. La frecuencia aumenta con la edad, con un pico máximo en la 6ª década.
Los tumores malignos del riñón tienen la particularidad de ser resistentes a la quimioterapia y/o radioterapia.
Actualmente la punción biopsia no se aconseja, y la cirugía laparoscópica es la mejor opción, ya que con un procedimiento de mínima invación se puede hacer diagnóstico patológico y tratamiento curando al paciente con la extracción completa del tumor y la preservación del riñón.

¿Por qué se debe preservar el riñón y por qué no a la cirugía convencional (abierta)? El único tratamiento posible es la cirugía, intentando preservar el riñón, debido a que la extracción de un riñón hace que la persona tenga 30 % más de posibilidades de hacer una insuficiencia renal y enfermedad cardiovascular general. En manos experimentadas las Guías Internacionales sugieren a la Cirugía Laparoscópica cómo el estándar de tratamiento. Hoy los grandes centros mundiales NO sugieren la cirugía convencional debido a un mayor estrés operatorio, con mayor agresión al cuerpo y posibilidad de diseminación operatoria. Además, su rápida recuperación operatoria y reinserción a la vida cotidiana, mejora la calidad de vida del paciente.

¿ Qué pasa después de la cirugía ?
Después de la cirugía en general solo se requiere control médico semestral. Durante el transcurso de su vida después del diagnóstico, hasta las molestias leves pueden preocuparle. En etapas tempranas esta enfermedad solo es tratada con cirugía y no requiere tratamiento oncológico.